La Organización Mundial de la Salud estima que en el año 2015 alrededor de 257 millones de personas estaban infectadas crónicamente con el virus de la hepatitis B y 71 millones de personas con el virus de la hepatitis C, muchos de ellos aún sin saberlo. Sin encontrar a los no diagnosticados y vincularlos a la atención, muchos de ellos podrían desarrollar cirrosis y cáncer de hígado y llegar a la muerte.
El día mundial contra la hepatitis, es una oportunidad para sensibilizar a las comunidades, medios de comunicación y profesionales de la salud frente a esta enfermedad y recordar a los agentes del sistema de salud la necesidad de encontrar a los miles que faltan y fortalecer la atención integral de quienes viven con esta infección.